¡Háblenme de los hebreos en el desierto!
¡Háblenme de los pobres que mueren de hambre y de frío!
¡Háblenme de los clavos de Cristo!
¡Háblenme de los condenados a la hoguera!
¡Háblenme de las madres con sus hijos muertos!
¡Yo! ¡Sólo yo sufro!
Yo, que estoy tomando un exquisito café y aspirando la dulce fragancia de este cigarrillo.
Yo, que planeo una perfecta apertura social para la próxima semana.
¡Yo! ¡Sólo yo sufro!
Yo, que mientras escribo sonrío a una mosca que mastica azúcar y lloro de soslayo para no humedecerla.
Yo, sentada, ignota y primaveral riendo de mi jactancia extravagante pero mía.
¡Yo, sólo yo sufro!
¡Háblenme de gitanas sucias y despatriadas!
¡Háblenme de estrellas sin cielo!
¡Háblenme de flores sin pétalos!
¡Yo, sólo yo sufro!
¡Sí! Acá, en mi verde umbrío rincón.
¡Sí! Acá, mientras vivo danzando en la cuerda.
¡Sí! Acá, mustia y pegajosa, llorosa y dolorida.
¡Yo! ¡Sólo yo sufro!
umbrío vidrio estridente marea
al filo sin son de la tarde muerta
tres dríades duermen sentadas
en mi ser cansado ya sin llanto
sombría y terrestre adrede
me extraigo
una verde sonrisa sangrante
¿dónde vas, labio muerto sin fondo?
¿dónde vas, impetuoso lanzallamas?

Jugaad is a colloquial Hindi word that can mean an innovative fix or a simple work-around, sometimes pejoratively used for solutions that bend rules, or a resource that can be used as such, or a person who can solve a complicated issue. It is used as much to describe enterprising street mechanics as for political fixers. This meaning is often used to signify creativity to make existing things work or to create new things with meagre resources. (De nuestra sabia Wikipedia)
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jueves, 4 de septiembre de 2014
Poema I- Pizarnik
Son las cuatro de la tarde. ¡Oh, sol! ¡Oh, árboles humildes
plenos de verde! La primavera se me presenta como una epopeya
popular que extrae todo hacia un exterior horroroso
porque yo no pedí nacer en forma de signo de interrogación
porque yo, mujer crisálida, no tuve la fuerza de nacer cadáver
porque yo, en fin, llevo un alma rociada por diez y nueve primaveras angustiosas
por eso me quejo en diez y nueve arpegios delirantes
mi frente enloquece de amargura
mi garganta cose los hilitos desgarrados
uno más uno
uno más uno
porque ya tengo mi vestido preparado con mi gran corte en el alma para que la golpeen
porque me dicen que es la fiebre del siglo veinte que nos atora
porque yo, alejandra-mujer-angustiada, no fui valiente y no nací sin ese vaho azul que llaman oxígeno
por eso lloro y escribo mi hojita diaria y la embellezco con dibujitos (nada meritorio, ya sé)
por eso gimo y no me digo ¡adelante!
por eso clamo y repito mi canción: ¡dolor! ¡dolor! ¡dolor!
¿alguien te ayudará?
¿alguien alguien?
meticulosa, hermana, y tranquila
respira cantando uno dos
sonríe abriendo los brazos
blancas son las nubes
ya lo sabemos
todo sabemos
menos la putrefacción publicitaria del para qué insidioso
musiquita indiferente
cozita [sic] del cielo
¡calla! escucha de allí, de allí
la voz que viene y se acurruca en tu alma
¡ah! ¿te sientes natural, ente cuadrado?
¡ah! ¿oyes el vibrar de lo maravilloso?
¡no hables! ¡calla! ¡besa el silencio!
¡no! ¡nadie te ayudará!
te hundes en la despejada marcha de los transeúntes
narra la historia de cada sombrero
lee el caos que celebra un festín en
todos los ojos
da vueltas y vueltas ¡ríe!
señala los números y aguanta el estrépito
celebra un acto mórbido y apaga las luces
¡nadie te ayudará!
no pienses en rostros
ya sabemos. ojos, narices, boca
¡sabemos demasiado!
ése es nuestro terror
¡oye! toma un libro y adórnalo con flores de violetas muertas
suspira insuflando el aire amarillo al molino que ayuda a los poetas
¡haz algo y olvídate de todos!
nadie te ayudará
eres mi ornitorrinco
el pájaro más bello que haya existido jamás
eres un abanico
el árbol que brota del alma de otro árbol
eres una queja
el techo más amable de la campaña azul
¡oh! eres todo todo todo
ornitorrinco abanico queja
¿qué importa?
¡eres eso y mucho más!
¡eres todo todo todo!
(¡y caes lo mismo!)
la flor es la voz de la tierra.
plenos de verde! La primavera se me presenta como una epopeya
popular que extrae todo hacia un exterior horroroso
porque yo no pedí nacer en forma de signo de interrogación
porque yo, mujer crisálida, no tuve la fuerza de nacer cadáver
porque yo, en fin, llevo un alma rociada por diez y nueve primaveras angustiosas
por eso me quejo en diez y nueve arpegios delirantes
mi frente enloquece de amargura
mi garganta cose los hilitos desgarrados
uno más uno
uno más uno
porque ya tengo mi vestido preparado con mi gran corte en el alma para que la golpeen
porque me dicen que es la fiebre del siglo veinte que nos atora
porque yo, alejandra-mujer-angustiada, no fui valiente y no nací sin ese vaho azul que llaman oxígeno
por eso lloro y escribo mi hojita diaria y la embellezco con dibujitos (nada meritorio, ya sé)
por eso gimo y no me digo ¡adelante!
por eso clamo y repito mi canción: ¡dolor! ¡dolor! ¡dolor!
¿alguien te ayudará?
¿alguien alguien?
meticulosa, hermana, y tranquila
respira cantando uno dos
sonríe abriendo los brazos
blancas son las nubes
ya lo sabemos
todo sabemos
menos la putrefacción publicitaria del para qué insidioso
musiquita indiferente
cozita [sic] del cielo
¡calla! escucha de allí, de allí
la voz que viene y se acurruca en tu alma
¡ah! ¿te sientes natural, ente cuadrado?
¡ah! ¿oyes el vibrar de lo maravilloso?
¡no hables! ¡calla! ¡besa el silencio!
¡no! ¡nadie te ayudará!
te hundes en la despejada marcha de los transeúntes
narra la historia de cada sombrero
lee el caos que celebra un festín en
todos los ojos
da vueltas y vueltas ¡ríe!
señala los números y aguanta el estrépito
celebra un acto mórbido y apaga las luces
¡nadie te ayudará!
no pienses en rostros
ya sabemos. ojos, narices, boca
¡sabemos demasiado!
ése es nuestro terror
¡oye! toma un libro y adórnalo con flores de violetas muertas
suspira insuflando el aire amarillo al molino que ayuda a los poetas
¡haz algo y olvídate de todos!
nadie te ayudará
eres mi ornitorrinco
el pájaro más bello que haya existido jamás
eres un abanico
el árbol que brota del alma de otro árbol
eres una queja
el techo más amable de la campaña azul
¡oh! eres todo todo todo
ornitorrinco abanico queja
¿qué importa?
¡eres eso y mucho más!
¡eres todo todo todo!
(¡y caes lo mismo!)
la flor es la voz de la tierra.
Diarios- Pizarnik
"Entro en una librería desconocida. Me dirijo a los anaqueles coloreados, llena de curiosidad y tensa de emoción. La esperanza de hallar «algo nuevo» es quebrada por la voz del empleado que me pregunta qué títulos busco. No sé qué decirle. Al fin, recuerdo uno. No está. Hubiese querido seguir mirando, pero sentía sobre mí el peso de esa mirada comerciante, tan estrecha y desaprobadora ante alguien que «no sabe» lo que quiere. ¡Siempre lo mismo! ¡Siempre hay que aparentar la posesión de un fin! ¡Siempre el camino rectamente marcado!"
JAJA BUENÍSIMO
"Pienso en ÉL. En todo lo que tocan sus manos plasmadas de esmeraldas, y digo:
Feliz tú, libro, que sientes la calidez de su piel. Tú que no lo deseas. Libro, señor libro, hermano libro, feliz tú, feliz usted, que recibe la inmarcesible tersura de sus dedos. Feliz tú, papel blanco lleno de dibujitos indelebles. Tú que no lo amas.
Tú, que con solo mostrar tu desnudo perfil recibes el abrazo de su mirada. ¡Feliz tú, hoja de papel en blanco! ¿Y usted, señor suelo? ¿Qué decir de usted, usted que tiene el honor de recibir su paso, usted que lo sostiene, usted que es marcado por su maravilloso ritmo? ¡¡Feliz de usted, señor suelo, feliz de usted, usted que no lo desea!! ¡Oh escaleras brillosas, vasos inertes, cubiertos indiferentes, trajes irreflexivos, sillones insulsos, útiles impersonales, felices de ustedes, que lo ven, que lo sienten!, ¡y no lo anhelan!"
"Y esa voz que te grita vives y no te veo vivir."
"El viento es un trozo de oxígeno disfrazado de fantasma, que vaga silbando una canción que nunca pasa de moda."
"Eternidad: nombre grabado en la hoja de los árboles"
"Compruebo que no es posible escribir bajo el «dolor puro». Hace unos instantes me sentía tan, pero tan angustiada que, cuando traté de concretar por escrito mis emociones, la pluma resbaló de mis dedos llorosos."
"El hecho es que una gran dicha o una gran desgracia nos reducen al balbuceo… excepto si hablamos de ellas a distancia, en el dominio del recuerdo…"
"Quisiera electrizar mis ojos y sacudirles su inercia doméstica. Quisiera levantar mis piernas, manchar el cielorraso, arrodillarme junto a un sapo ahogado, clasificar los tonos de un pétalo, registrar los bolsillos del rey de Suecia, distinguir al tacto los cuatro reinos animal, vegetal, mineral y humano, revivir los éxtasis de Juana de Arco exhalando albores para destruir el fuego, recoger las mieses de una chacra irlandesa, pasear a hurtadillas por la nieve muda de Siberia, regatear bambú en un kiosco chino, sonreír al simio en la negrodorada noche de un ukelele sorbiendo un coco de la isla de Hawai, elevar los párpados, subir a lo más alto, agitar los brazos como campanillas estremecidas y gritar a todo: ¡Soy universal!"
Alejandra Pizarnik
"cuando me miras mis ojos son llaves,
el muro tiene secretos,
mi temor palabras, poemas
Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
Un fuego incesante"
el muro tiene secretos,
mi temor palabras, poemas
Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
Un fuego incesante"
Quién Alumbra. Alejandra Pizarnik
Dejó como legado una vasta obra, a pesar de su corta vida: un diario de casi mil páginas, un extenso corpus de poemas, muchos escritos y relatos cortos surrealistas, y alguna novela breve.
- La tierra más ajena, 1955.
- La última inocencia, 1956.
- Las aventuras perdidas, 1958.
- Árbol de Diana, 1962.
- Los trabajos y las noches, 1965.
- Extracción de la piedra de locura, 1968.
- Nombres y figuras, 1969.
- El infierno musical, 1971.
- La condesa sangrienta, 1971.
- Los pequeños cantos, 1971.
- El deseo de la palabra, 1975.
- Textos de sombra y últimos poemas, 1982.
- Zona prohibida, 1982. (Poemas, muchos de ellos borradores de piezas publicadas en Árbol de Diana, y dibujos).
- Prosa poética, 1987.
- Poesía completa 1955-1972, 2000.
- Prosa completa, 2002.
- Diarios, 2003.
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